Yo estaré en tu pensamiento, no seré más que una sombra imprecisa;
habré existido en un instante en que la alegría y la piedad ardían entus ojos.
Pero también quiero permanecer desconocido en tí.
Desconocido. Simplemente envuelto en tu felicidad.
Tú distraída en tu luz y yo apenas vivente en ella, y así, imperceptiblemente amado, esperar la desaparición.
Aúnque quizá estamos ya separados por un hilo de sombra y cada uno está en su propia luz
Y la mía es la que tú vas abandonando.
de Cecilia
(200-2004)
Antonio Gamoneda
(200-2004)
Antonio Gamoneda
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