sábado, 31 de octubre de 2009

Monterroso: Os soños e as dúbidas existenciais

LA MOSCA QUE SOÑABA QUE ERA UN ÁGUILA


Había una vez una Mosca que todas las noches soñaba que era un Águila y que se encontraba volando por los Alpes y por los Andes.

En los primeros momentos esto la volvía loca de felicidad; pero pasado un tiempo le causaba una sensación de angustia, pues hallaba las alas demasiado grandes, el cuerpo demasiado pesado, el pico demasiado duro y las garras demasiado fuertes; bueno, que todo ese gran aparato le impedía posarse a gusto sobre los ricos pasteles o sobre las inmundicias humanas, así como sufrir a conciencia dándose topes contra los vidrios de su cuarto.

En realidad no quería andar en las grandes alturas, o en los espacios libres, ni mucho menos.

Pero cuando volvía en sí lamentaba con toda el alma no ser un Águila para remontar montañas, y se sentía tristísima de ser una Mosca, y por eso volaba tanto, y estaba tan inquieta, y daba tantas vueltas, hasta que lentamente, por la noche, volvía a poner las sienes en la almohada.

Augusto Monterroso



sábado, 24 de octubre de 2009

Ángelica Lidell no FITO ( Festival Internacional de Teatro de Ourense)


Cun catarrazo tremendo terei que perderme esta noite a actuación de Ángelica Lidell dramaturga e actriz desobediente a todo convencionalismo empeñada en mostrarnos o lado máis escuro da vida, esta vez encarnando o personaxe de Jaqueline Du Pré
Aquí lles deixo uns vídeos:

Discurso en directo
Premio Valle Inclán de teatro
Ángelica Lidell 1

viernes, 23 de octubre de 2009

Haikus no Outono

Fotos: Selina

Outono roxo

De viño e castañas

E marmeladas

Sol en declive

Dourados van os ceos

Leña na casa


Na Terra tobos

E raíces que medran

Na Ponta das mans

jueves, 22 de octubre de 2009

Almario

Collage, serie Armarios, Selina

“Su ojo me vio, me vio en mi totalidad y yo no pude hacer nada. De nada valía mostrar los ensayados perfiles que otrora cobijaron mi sombra. La cicatriz de mi rostro palpitaba al sentirse a descubierto, creciendo, afirmándose en sí, con signos evidentes.

Su ojo me vio con una mirada cargada de sabiduría, construida sobre el retorcido puzzle de mi vida, como una antorcha que iluminase el rincón más profundo de la cueva de mi existencia”.

El salón exhalaba un profundo aroma a calvados. Orlando sumergido en el sillón miraba absorto el rítmico movimiento del licor en su copa que, como un remolino, lo engullía hacia el otro lado y él se dejaba ir sin ofrecer resistencia. Como un barco sin timón se abandonaba al embravecido mar de sus recuerdos.

El hombre, los hombres que fingió ser se iban quedando enganchados en las ramas de los días, en los troncos de los años como jirones de niebla.

Crueldad, traición, arrogancia, inflexibilidad, baja autoestima compensada con excesos de ego, eran los cristales de la pesada geoda que ahora se partía para mostrar con nitidez el núcleo de su alma, forjada en el fuego interno de una pasión escondida, olvidada en lo más profundo.

La coraza de miedos que le había endurecido, no era un castillo de naipes que deshacer de un manotazo.

Un suspiro de derrota y alivio estremeció su pecho.

En el cansancio existencial del último tramo de su vida las cosas podrían quedar como estaban, aunque él ya no pudiese volver a ser el que fue.

La fina lluvia, y la omnipresente humedad hacían de la ciudad una nube traspasada por agujas y minaretes. Orlando, enfundado en un gabán y protegido por el paraguas atravesaba el laberinto de niebla que había cuajado en la plaza desde hacía varias horas.

- ¡Oiga señor! Orlando se giró

- ¿Si?

No vio a nadie y se estremeció

- ¡Aquí señor!

Hizo un nuevo esfuerzo recorriendo el ceñido espacio visual hasta comprobar que la voz provenía de un rincón de los soportales.

Allí, detrás de una columna, una sombra que apenas distinguía le hacía signos para que se acercase.

“La noche no es el mejor momento para entablar relación con desconocidos” pensó, pero el tono de aquella voz le resultaba tan cálido. Aquellas cuatro palabras habían despertado en él una curiosidad inusual, un magnetismo que no comprendía.

Con pasos inseguros se dirigió hacia el lugar. La niebla no permitía una buena visibilidad y esforzaba la vista para distinguir la exigua silueta.

Por un momento se paró y pensó en volver sobre sus pasos para seguir su camino. Ese movimiento de duda fue acusado con otra llamada.

- Acérquese, señor, hace mucho que le espero.

Orlando sintió de nuevo el estremecimiento. Era como si dentro de sí algo se ablandara, se agrietara e impelido por una extraña sensación de inquietud apuró el paso hacia el encuentro.

Un silencio sideral ensordeció sus oídos al comprobar que era su mirada, al posarse sobre aquel bello ser, la que lo iba haciendo aparecer ante sus ojos.

Sus ojos creaban a los del otro, sus manos las otras manos y el abrazo de su cuerpo al otro cuerpo.

Fue entonces cuando sintió la mirada que partió en dos el pesado crisol de su alma y los cristales de dolor saltaron como agujas sobre las piedras del pavimento rompiéndose en esquirlas de luz que brillaban como estrellas, produciendo el más bello sonido que sus oídos jamás habían escuchado.

El tiempo encallado en un bucle quedó suspendido allí, bajo los soportales, entre la noche y la niebla, en la luz que la última copa de calvados reflejaba al deslizarse de las manos exánimes de Orlando y caer sobre el suelo del salón.

Cuando encontraron su cuerpo vieron que una vieja cicatriz, en la que nunca nadie había reparado, cruzaba su rostro sereno.

martes, 20 de octubre de 2009

Celebrando Mabon

Cea de Mabon (foto Selina)
Co equinocio de outono entramos nos días máis escuros do ano. O sol móvese hacia o Sur e a luz inicia o seu período de descenso. É o momento de preparase para entrar no íntimo e agradecer á Nai Terra os froitos do ano.
Así celebramos en círculo a cea de Mabon en casa de Ana: Raquel fixo pan e a casa arrecendía con aromas especiais de marmeladas, marmelos, galletas, bizcoitos e a increíble ensalada de Mabón na que non faltaba a granada, as noces, abelás, améndoas, uvas... E todos os belísimos ritos bailes e cánticos, vestidas coas mellores galas e protexidas por Dana.
Co corazón ben aberto sementamos as sementes dos noso desexos para esta fase do ano e fixemos a rolda da palabra agradecida.
Grazas Nai por toda a abundancia, por toda a beleza.




sábado, 17 de octubre de 2009

14 Festival Internacional de Cine de Ourense (III)

La Caja dePandora de Yesim Ustaoglu

O venres, decidinme La caja de Pandora película turca gañadora da palma de ouro do festival de San Sebastián do 2008. Non coñezo Estambul, pero a cidade imaxinada nada ten que ver coas paisaxes que o film ofrece, podería suceder en calquera cidade do mundo.
Belísimas as paisaxes das montañas do Mar Negro donde vive a avóa en perfecta comunión coa natureza e das que é arrebatada polos fillos cando a velliña se ve víctima do Alzheimer. O drama da vida dos personaxes encontra aquí o seu punto inflexión, pois o feito de ter que coidar da nai destapa un mundo familiar marcado pola frustración e a hipocresía.
A película adoece de ritmo e se fai un poco pesada pois é repetitiva en situacións e imaxes e, ó meu ver, semella un chisco pretenciosa por intentar facer lirismo dunha situación (o Alzheimer) que non ten nada poético. Belísimo final no que a anciá, contando coa complicidade do neto, volta a súa amada montaña para perderse nela definitivamente.

Sempre fun unha apaixoada da animación e, claro, non puiden resistir achegarme a homenaxe a Norman MacLaren. Hai moitos anos que coñezo a obra deste pioneiro creativo canadiano e teño en VHS case toda a súa obra, polo que sabía que non ía a ver nada novo, pero unha vez acomodada na butaca do Principal, tiven que arrepentirme de ter ido: A proxeción foi indecente e moi pouco digna da talla do artista pois as copias deixaban moito que desexar en calidade ó estar píxeladas ó máximo.
Se queren disfrutar do seu inxenio aquí lles deixo uns enlaces de Youtube no que poden atopar unha mostra significativa da súa obra

Neigbohurs
Pas de deux
Phantasy in colors
Le Merle


lunes, 12 de octubre de 2009

14 Festival Internacional de Cine de Ourense (II)

El regalo de la Pachamama de Toshifumi Matsushita

É difícil escoller entre a variada oferta de filmes, os criterios varían en función da disponibilidade horaria de cada quen, un pouco de intuíción e a selección daqueles films que teñen a posibilidade de ser exhibidos nas salas comerciais.

Das longametraxes que concursan decanteime por El Regalo de la Pachamama.
O film conta a historia dun neno quechua: Kunturi que vive nas proximidades do salar boloviano de Uyuni. Kunturi axuda ó seu pai no duro traballo da extración do sal, vai a escola e corre, corre moito cos seus amigos xogando polas vellas vías de ferrocarril. A morte da súa avoa fai que sexa o avó o que teña que quedarse ó coidado dos traballos agrarios e sexa Kunturi o que teña que acompañar ó pai coa caravana de llamas coas que, unha vez ó ano e por un período de tres meses, percorre os montes andinos para levarlle o sal ós pobos máis afastados, practicando o trueque e recibindo a cambio millo, mel e vivencias inesquencibles. Esta será a viaxe iniciática na que o neno afrontará intensas experiencias como a xenerosidade, a soliedaridade, as normas básicas da moral dos pobos indíxenas e percibirá fortes sentimentos de pertenza e amor á nai Terra e a todos os seres que nela habitan. A inocencia do primeiro amor será outro dos engados que traerá de volta á casa.
O idioma quechua, as cancións, a autenticidade, os longos planos xerais de Kunturi correndo polo salar ata desaparecer no horizonte, as paisaxes poderosas das montañas, son elementos para o disfrute e a reconcicliación co cine de calidade.

Da sección Perlas Inéditas en Ourense escollín Génova do cineasta inglés Michel Winterbottom, do que vira hai xa uns anos Código 46.
De Winterbotom góstame esa sensibilidade que manifesta ó tratar temas familiares e situacións límites. En Génova narra a historia dun pai (interpretación exelente de Colin Firth) que a raíz da morte da súa muller, en accidente de coche, deixa Estados Unidos para irse a vivir a Génova coas súas dúas fillas. Da narrativa enterneceume o esforzo de Joe, o pai, para capear as delicadas situacións que esta nova vida lle acarrea, cunha filla adolescente e outra traumada por un forte sentimento de culpabilidade pola morte da súa nai. A medida que o film transcorre a cidade de Génova toma tal protagonismo que chega a converterse nun dos principais personaxes, efecto conquerido a base de primeiros planos de audio, de cámara en man encadrando as estreitas rúas, personaxes callejeros e rincóns.
Saín cunha leve dor de cabeza, a butaca da fila tres e demasiadas secuencias de cámara en man, foron a causa.

Génova de Michel Winterbottom

domingo, 11 de octubre de 2009

14 Festival de Cine Inernacional de Ourense


Final do verán, comezo do outono. Da abundante colleita dos froitos da Terra baixo un ceo azul que parecía non ter fin, ás primeiras chuvias. Das tintas uvas ás douradas granadas. Violetas, ocres, vermellos, amarelos, verdes, un pouco de gris nos ceos e unha chea de films para disfrutar na cidade: Festival Internacional de Cine de Ourense.
Despois de meses e meses os ollos teñen fame e, claro, agora veñen os atracóns.

Nas insufribles colas das taquillas dos Box tiven tempo para pensar cal vería primeiro. Decidínme por Ágora, estrea á que lle tiña moitas ganas dende que se empezou a comentar o tema. Hipatia sempre foi un personaxe histórico de referencia no feminismo, a Biblioteca de Alexandría unha dor no inconsciente colectivo e a cidade exipcia da antigüidade pasou a converterse en mito literario da nosa xuventude co inesquencible Cuarteto creado polo xenial Lawrence Durrell.

Pero non quero falar do filme de Amenabar, non podería, xa que ó rematar de vela non puiden resistirme a ver unha das películas da sección PIO (Perlas Inéditas en Ourense) que tamén se proxectaba noutra sala: Ashes of time-redux (Cinzas do tempo-Redux) do director honkonés: Won Kar-Wai, do que vira a excelente in the Mood for Love e da que me quedara prendada pola poética visual, o traballo de actores e a exquisitez no tratamento do tema.
Ashes of tme-Rdux é polo visto unha segunda versión que o autor, agora recoñecido pola crítica internacional, revisou e puliu para a ledicia do ollo espectador.
Era tarde cando saín e, ó chegar, quedeime con ganas de entrar ós cómaros e comentala, pero so tiven tempo para escribir:
Poesía visual construida en estrofas no tempo estacional dunha terra amarela no seco espazo do deserto. Sísifo termando da pesada carga: soedade en batallas debuxadas cos trazos de luz que deixa no celuloide a baixa velocidade de obturación da cámara de Christopher Doyle. Solos de violonchelo e silvidos de sangue. Lúas cheas de ollos rasgados que pagan en espadas a vinganza do desamor. Beleza.